Teatro Voraz
Teatro Voraz: teatro de creación propia en foco
Teatro Voraz se presenta como una compañía de “teatro de creación propia”, con una vocación clara de construir piezas originales desde cero. Teatro Voraz+1 En su web oficial se describe como un proyecto comprometido con la autoría propia, lo que sugiere un proceso creativo interno, tanto en dramaturgia como en dirección.
Obras en su repertorio actual
Hasta ahora, su catálogo incluye —al menos— dos producciones: Agnus Dei y Ya no queda tiempo.
- Agnus Dei: se trata de una obra descrita como “una historia de amor diferente, crudo y cruel”. La trama gira en torno a una mujer, Lola —que “nunca fue niña” y nunca conoció el amor maternal tradicional— y su relación con su madre, ausente en el sentido emocional, y con un Dios al que clama desde una capilla en una cárcel. El montaje plantea cuestionamientos dramáticos como la culpa, la maternidad, la desesperación y la fe.
- Ya no queda tiempo: aunque aparece como una obra en su repertorio, la página de Teatro Voraz no ofrece (o no muestra públicamente) una sinopsis accesible al momento de esta revisión.

Una apuesta por la autoría propia y la expresión intensa
Teatro Voraz se define como “teatro de creación propia”, lo que implica que sus espectáculos nacen desde la propia compañía —dramaturgia, dirección, puesta en escena— en lugar de depender de textos externos o clásicos.
El enfoque de sus obras apunta hacia historias intensas, emocionales, con conflictos profundos: relaciones familiares complejas, culpa, identidad, existencialismo. Ese perfil sugiere una apuesta por un teatro reflexivo, de fuerte carga dramática, capaz de incomodar y de provocar preguntas en el espectador.

Por qué importa — y por qué seguir su trayectoria
En un panorama en el que muchas compañías optan por representar textos consagrados o importados, Teatro Voraz se destaca por su apuesta por la creación propia. Esto lo convierte en un proyecto relevante para quienes buscan propuestas contemporáneas, originales y con voz propia. Además, obras como Agnus Dei demuestran que la compañía no rehúye los temas difíciles —la maternidad fallida, la culpa, la religión— lo que puede conectar con públicos interesados en el teatro como herramienta de reflexión social y personal.






